domingo, 6 de mayo de 2012

La Comunidad cierra dos centros de día de mayores en Carabanchel y Leganés. MADRID 2012 RECORTES


La empresa que los gestionaba está intervenida por la Seguridad Social por deudas

Vigilantes impiden a los trabajadores entrar a la sala, ya con las cerraduras cambiadas


 Los 20 usuarios que tenía el centro de día para mayores de Puente de Toledo, en el distrito de Carabanchel de Madrid, han empezado hoy una nueva etapa en la Gran Residencia, también en ese distrito pero ya en otro barrio. El centro, abierto desde 1993, en el que personas mayores con movilidad reducida o con enfermedades degenerativas, como el Alzheimer, pasaban las mañanas haciendo gimnasia, manualidades o leyendo, se cerró el lunes pasado. La Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid envió unas furgonetas a por los expedientes, cambió las cerraduras y acabó, no se sabe si de manera temporal o definitiva, con un servicio con casi 20 años de antigüedad.

 Los familiares de los usuarios se enteraron del cambio la semana pasada, algunos de ellos el miércoles. Una llamada telefónica les avisó del cierre del centro de Puente de Toledo. “No nos dieron ninguna explicación”, asegura la hija de una nonagenaria con problemas de movilidad que llevaba años acudiendo al servicio. El de Carabanchel no es el único centro cerrado: ha ocurrido lo mismo con el de Leganés II. En este caso, los usuarios han sido trasladados a dos centros distintos en la misma localidad.


 


 Además de los mayores, que han tenido que trasladarse, los cierres han dejado en la cuneta a dos decenas de trabajadores de la empresa Aser, con la que la Consejería de Asuntos Sociales tenía concertado el servicio. A las diez de esta mañana los 11 empleados de Carabanchel han acudido como todos los días a su trabajo. Se han encontrado con dos vigilantes de seguridad en la puerta que les impedían el paso. El centro sigue siendo su puesto de trabajo, puesto que la empresa aún no les ha despedido. El contrato de Aser con la Comunidad de Madrid en estos dos centros de Carabanchel y Leganés II acabó el 30 de abril pasado. Ni se ha renovado ni se ha sacado nuevo concurso para que otra empresa se haga cargo.

 La Consejería de Asuntos Sociales asegura que no puede prorrogar a una empresa intervenida por la Seguridad Social por sus deudas. “Queremos atender a los mayores lo mejor que podamos”, señala una portavoz. Lo cierto es que la situación de Aser, que lleva más de un año con problemas para pagar a sus trabajadores, era conocida hace tiempo por la Consejería. “Nos han llegado a deber cuatro nóminas, de tres meses más la extra”, decía esta mañana una trabajadora. Ante la amenaza de huelga, la empresa pagó, pero ahora los empleados aseguran que les vuelven a deber tres meses de sueldo. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con Aser. “No hacemos declaraciones”, se ha limitado a repetir esta mañana la persona que coge el teléfono en la centralita, que se ha negado a trasladar la petición de información a un responsable.
















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